“Quien
contempla un mandala tiene la intención de contrarrestar el vértigo del
pensamiento cotidiano mediante la concentración mental de un punto específico.
Estas condiciones le permiten adquirir un estado mental que le permita, por ej,
conectarse con su mundo interiorr, refelxionar acerca de sus motivaciones
intimas o lograr distender la confusión para arribar a resoluciones positivas.”
Ana María Pinedo, Meditar con Mandalas.
Este
párrafo de la autora invita o señala algunos de los beneficios en el meditar o
contemplar un mandala, podría agregar o invitar a hacer este mismo ejercicio en
el hacer un mandala, conectarnos asi con nuestro mundo y reflexionar acerca de
nuestras motivaciones, o sumergirnos simplemente en nuestras cavilaciones en el momento de hacer un mandala, podría servirnos este beneficio para despojarnos de todo prejuicio estético
o esfuerzo mental o de razonamiento que pueda sumar o agregar stress al trabajo
propio de armar una estructura o de pintar nuestro mandala, sumando aquello de lo que
precisamente nos queremos despojar. Si bien es importante tener una idea previa
en el ejercicio de acometernos en un mandala o estructura, no
es estrictamente necesario ni mucho menos, en ese despojo es precisamente
cuando entregamos nuestra creatividad al inconciente, nos sumergimos a una tarea lúdica y fortalecemos nuestra creatividad mas inocentemente, nos acercamos asi a la niñez y descansamos de la abrumadora tarea mental cotidiana.
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| Mandala de Magela |
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| Mandala de Crish |
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| Mandala de Magela |
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| Mandala de Crish |
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