lunes, 19 de diciembre de 2011

Simbolos


 El simbolismo del animal en la pintura rupestre



 Las pinturas de animales se remontan a la Era Glacial (entre 60.000 y 10.000 años a. C). Fueron descubiertas en paredes de cuevas en Francia y España a finales del siglo  XIX. (…). Las pinturas rupestres del Paleolítico consisten casi totalmente en figuras de animales cuyos movimientos y posturas fueron observados al natural y reproducidos con gran destreza artística. Kühn escribe: “Lo extraño es que muchas pinturas primitivas fueron utilizadas como blanco de tiro. En Montespan hay un grabado representando a un caballo al que le acosan hacia una trampa; está marcado con impactos de dardos (…). Estas pinturas sugieren una magia de caza como la que aún practican las tribus cazadoras en Africa. El animal pintado tiene la función de un “doble”; con su matanza simbólica, los cazadores intentan anticipar y asegurar la muerte del animal verdadero. Esto es una forma de magia simpática que se basa en la “realidad” de un doble representado en una pintura: lo que ocurra a la pintura le ocurrirá al original. El hecho psicológico subyacente es una sólida identificación entre un ser vivo y su imagen a la que se considera el alma del ser.

 Otras pinturas rupestres pueden haber servido para ritos mágicos de fertilidad. Muestran animales en el momento del apareamiento; puede verse un ejemplo en las figuras de los bisontes, macho y hembra,  en la cueva de Tuc d’Audubert Francia. De este modo, la pintura realista de los animales se enriqueció con matices mágicos y tomó un significado simbólico. Se convirtió en la imagen de la esencia viviente del animal.

 Las figuras más interesantes de las pinturas rupestres son las de seres semihumanos disfrazados de animales, que a veces se encuentran junto a los animales. En la cueva de los Trois Frères, en Francia, un hombre envuelto en una piel de animal toca una flauta como si estuviera conjurando a los animales. En la misma cueva hay un ser humano danzando, con cornamenta, cabeza de caballo y garras de oso. Esta figura, dominando una mezcolanza de varios centenares de animales es, indiscutiblemente, el “Señor de los Animales”.
 En algunas tribus africanas, en las iniciaciones, las sociedades secretas, y aún en la institución de la monarquía en esas tribus, los animales y los disfraces animales desempeñan con frecuencia un papel importante. El rey y el jefe también son animales, generalmente leopardos y leones. (…) Un jefe no sólo se disfraza  de animal; cuando aparece en los ritos de iniciación con su disfraz completo de animal es el animal. Aún más: es un espíritu animal, un demonio terrible que realiza la circuncisión. En tales momentos, incorpora o representa al antepasado de la tribu y del clan y, por tanto, al propio dios primordial. Representa, y es, el animal tótem.

  (…) El motivo animal suele simbolizar la naturaleza salvaje e instintiva del hombre. (…) la aceptación del alma animal es la condición para el completamiento y la vida vivida en plenitud.

 De El simbolismo en las artes visuales, Aniela Jaffé, El hombre y sus símbolos, C. G. Jung, Ed. Buc, Luis de Caralt.

No hay comentarios:

Publicar un comentario